Esta entrada se publicó originalmente en catalán en mi blog Escrit(o)s (im)prescindibles, con el título Esto sí es imprescindible. Me ha parecido que valía la pena traducirla para compartirla con el mayor número posible de personas. Espero que la labor del doctor Oriol Mitjà os impacte tanto como a mí.
Acabo de leer el reportaje El héroe de Pian que La Vanguardia le ha dedicado al doctor Oriol Mitjà —un médico de Arenys que trabaja en un hospital de una pequeña isla de Papúa-Nueva Guinea i es investigadors de ISGlobal— y a su descubrimiento de que un fármaco (la azitromicina), que aquí empleamos para la bronquitis y la otitis, es una cura efectiva para la enfermedad de pian, que se podría erradicar con una inversión de 200 millones de euros.
Esta es de ese tipo de historias que te hacen creer que, a pesar de todo, el mundo puede ser un lugar mucho mejor, porque hay gente buena, personas que ponen su inteligencia y su capacidad de trabajo al servicio del objetivo de mejorar la vida de las personas que sufren. Aunque también te da mucho coraje ver cómo cuesta movilizar a las grandes corporaciones farmacéuticas —en este caso Pfizer— para que contribuyan a encontrar soluciones a problemas que nos debería dar vergüenza que continúen existiendo.
Estamos hablando de un medicamento barato (2 euros por dosis) y, sin detrimento de su uso comercial en el mercado europeo y norteamericano —los más importantes en volumen—, cabría esperar un actitud más proactiva de la farma titular de la patente para facilitar que la OMS pueda emprender campañas sistemáticas de distribución del medicamento en todos los países donde la enfermedad es endémica, todos ellos países con bajos niveles de desarrollo, para que ésta, como otras (lepra, tuberculosis …), es una enfermedad vinculada a la pobreza.
No deja de ser vergonzoso —y al mismo tiempo alentador— que los 3.000 € que permitieron al doctor Mitjà comprar las primeras dosis para probar la efectividad del fármaco con el pian las aportara el propietario de un restaurante de Barcelona. El compromiso personal, otra vez.
Confiamos en que la campaña de prensa iniciada con este reportaje de La Vanguardia, a la que seguirá la distribución de un video de Noemí Cuní sobre la historia de Oriol Mitjà, sirva para concienciar a muchas más personas y, sobre todo, a aquellas que ocupan cargos decisivos en instituciones y empresas.